martes, octubre 24, 2006

Haines Falls

At the Edge of Emergence, Dialogue and Retreat

Tal como dice el título de la invitación que varios acogimos de distintas partes del mundo: Al borde de la emergencia, dialogo y retiro.


Si bien las fotos que adjunto son de un paseo por las montañas en medio del díalogo, éste también fué un momento de silencio y contemplación que sirvió para despejar las mentes.

¿Qué esperamos para el futuro?
¿Qué estamos haciendo para cambiar las condiciones de trabajo y desigualdad en el mundo?

¿Estamos considerando al medio ambiente como parte integrante de la calidad de vida nuestra y de las futuras generaciones?

¿Cómo se dan nuestras relaciones de negocios?

¿Cómo y cuales valores consideramos en nuestra comunidad, en nuestro trabajo, en nuestros intercambios?


Es necesario incorporar nuevas prácticas. Y entre ellas la observación, el silencio, el escuchar, la meditación, nos devolverán y realzarán el valor de lo que hacemos.

¿Cómo entendemos las nuevas redes y relaciones de trabajo?
Llegaremos a la administración por compromiso, que es un paso adelante de la administración por valores.

Esto es lograr el compromiso de cada miembro del equipo de cumplir con sus responsabilidades de acuerdo a su potencial.


Finalmente ¿qué debemos hacer para sonreir más?

¿Cual es el sentido que damos a nuestras vidas?

¿Cuales son nuestras expectativas?



¿Creémos realmente en nuestras capacidades en en la mano divina que no nos dejará de lado?

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Estos textos que son reflexiones personales tuyas van pavimentando el camino del mayor encuentro, mayor sencillez, mayor humanidad, más de la pasta real de la que estamos hechos.
Honrado y agradecido de tu generosidad y amistad.

10:02 p. m.  
Blogger Andrea Brandes said...

Para sonreir más seguido, más tecitos y cafecitos con mis amigas y amigos, conversando los temas que nombras.
También me río más, cada vez que me desprendo de más cosas. Curioso proceso el desapego, porque, silenciosamente, te va llevando a la delicadeza de otro apego.
En cuanto a la mano divina que no nos dejará de lado...quien sabe, Andrés, si yo supiera como saben otros...sigo, a mi pesar, siendo "mujer de poca fé".
En cuanto a las fémulas devoradoras de mi artículo, parece que todas, en mayor o menor grado, sangramos por la herida. Viste la solidaridad con la Vero? Esa no es casualidad. Tampoco la sensación (inconfesable) de que en alguna relación nos pusimos cargantes, fomes, lateras. (Todo esto es un secreto de confesión, ni se te ocurra...) Pero el Max ese, ese era un pinganilla, pichiruchi, marcachufle!!!.

5:56 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home