sábado, agosto 12, 2006

Odio, racismo, intolerancia y el Islam

"I believe in the brotherhood of man, all men, but I don’t believe in brotherhood with anybody who doesn’t want brotherhood with me. I believe in treating people right, but I’m not going to waste my time trying to treat somebody right who doesn’t know how to return the treatment." -- Speech, Dec. 12 1964, New York City, Malcolm X

En la cita de arriba Malcolm X, asesinado a los 39 años de edad, en 1965, dirigente de la nación islámica, movimiento norteamericano por los derechos civiles, muestra su sentimiento hacia la intolerancia. El fué criticado y perseguido. Fué admirado por muchos y respetado por el Dr. Martin Luther King Jr.

Yusuf Islam fué detenido a la entrada de EE.UU., confundido con un terrorista, con el trato acorde. Yusuf no sólo se convirtió al Islam y dejo de ser Cat Stevens, sino que trabaja fuertemente por la paz y con los niños en Gran Bretaña. Con ocación de los asesinatos en la escuela de Beslam pronunció un fuerte discurso contra el odio, fustigando a los terroristas -musulmanes en este caso- y haciendo ver que el Corán lo condena: "Islam eradicated infanticide which was sometimes performed in ignorant societies. The Qur'an specifically warns the murderers about this on the Day of Judgement".

Cassius Clay, durante los años 60 en que era el más grande boxeador del mundo decide tomar la causa de los negros, al poco tiempo e incentivado por una guerra que no lo representaba, Vietnam, se convierte al Islam y cambia su nombre a Muhammad Ali.

Art Blakey, el más grande de los bateristas de jazz, nacido en una familia cristiana, se convierte al Islam y toma el nombre de Abdullah Ibn Buhaina.

Hoy vemos en los diarios que los jovenes que preparaban un atentado en londres eran mayoritariamente descendientes de paquistaníes. Muchos habían abrazado el Islam hace poco y habían cambiado sus nombres por árabes.

Esta mañana comentabamos con la Pollo (mi señora), sobre este hecho. Ella está leyendo El Buda en los Suburbios de Hanif Kureishi, yo Mi oído en su corazón, del mismo autor. Ella me comentaba como las noticias se parecían a lo descrito en los suburbios de Birmingham en el relato que leía. Como el odio, la discriminación y utilización de los inmigrantes y ahora descendientes de inmigrantes (que además provienen de colonias por siglos explotadas por el Reino Unido), calaba hondo en los corazones de los jovenes.

Mi oido en su corazón es una autobiografía de Kureishi. Hanif recuerda: "Mi padre también había sufrido abusos racistas en la India y en Gran Bretaña. Pero, en su cabeza, eso no le convertía en víctima. Trabajabaentre paquistaníes y no tenía que sufrir ese racismo degradante y persistente que algunos de nosotros conocimos en la calle y en el colegio, ese racismo que te hace perder la fé en la racionalidad y la justícia del sistema político británico, que por un lado precisaba de inmigrantes y por otro colaboraba en su persecusión... Y por lo tanto acabamos creyendo que la exclusión y el vilipendioeran nuestra destino definitivo; nada iba a cambiar y nadie iba a hacernos un sitio."

Si no desterramos la intolerancia, el odio, el racismo. Si no enseñamos estos valores en positivo a nuestros hijos, y que ellos los apliquen en el colegio con sus compañeros, en la calle con el prójimo, en su vida, ni todas las armas de Bush nos salvarán que en el futuro nos terminemos matando unos a otros.

2 Comments:

Blogger Pedro Pablo Cabrera Guzmán said...

Es un hecho que la intolerancia, trae violencia y la violencia, mas violencia, por lo que claramente tenemos que luchar por desterrarla o al menos minimizarla. El problema es que a veces el abuso de poder ilimitado por parte de algunos paises, produce tal impotencia y rabia, que nacen los resentimientos mas elevados y dificiles de contener, y con esto, la facilidad para usar gente con propositos malignos.

7:54 p. m.  
Blogger Andrea Brandes said...

El tema del racismo en Europa es super complejo. Países como Inglaterra y Francia están pagando cara la gloria de los tiempos de las colonias. El lujo de París y Londres está construído, en gran medida, a costa de los lomos partidos de africanos, hindues, vietnamitas etc. Ellos están volviendo a cobrar la mano, costo que los actuales habitantes de Europa no están dispuestos a pagar.
La cadena es triste e interminable. Un barril con pólvora.
Chile también es una sociedad racista. Las personas con razgos indígenas o mestizos, si bien en teoría no son discriminadas, en la práctica casi no tienen acceso a los cargos altos.

3:28 p. m.  

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