domingo, abril 22, 2007

Existen los ángeles!

Conversando con la Ximena caí en la cuenta de lo mucho que me falta Hernán. Compañero de juergas, de viajes, de mi vida pasada y futura.

Extrapolo las experiencias, años de sueños, de música, de amigas y amigos en común, de las más polémicas conversaciones; de las que Pedro Gandolfo interpreta como imprescindibles para crear cultura: "el intercambio público de ideas y opiniones se basa en el cultivo de la conversación privada".

Te subes a la trola de la Isabelita
con el mundo en la mano
a sembrar sueños juveniles
de féminas acorraladas
arrancando de su candor infantil

Es tal tu convicción
que destruyes las quimeras
levantando visiones
de tu Itaca lejana

Acampando, navegando, divagando
¡Ya te recordé a Dylan con su taza
de café para el camino!
cuando te bajas a remendar corazones
que cobrarán su peaje en vida

La trola permanece
ahí en tus recuerdos
Aquí en mi presente
Donde tu simiente
pone la música
y retoma tus pasos

Angeles de sueños juveniles: Hernán, Diego, Francisco. Adelantaron su tranco. Marcaron la senda. Viajaron, navegaron a encontrarse con todo aquello que alimenta el vivir. Hernán descubre la vida, Diego desentraña Birmania, Francisco timonel de las barcas. Todos anticipan mis sueños. Todos los hacen realidad.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Andres - thniking of you, and nice to see my stuff on your site! hope you are well and looking forward to hearing from you
with story and spring,
natalie

9:44 a. m.  
Blogger Andrea Brandes said...

Andrés, qué poema!
Hay una canción al Ché, que te dedico:

"qué puedo yo cantarte, comandante,
si el poeta eres tu..."

7:47 p. m.  
Blogger Andres Alemany E said...

Andrea,
no es normal explicar los poemas, pero creo que éste a mi amigo Hernán es un poco críptico.

Hernán fue mi gran amigo de la infancia y juventud. Un tipo inteligentísimo y con un arrastre tremendo con las mujeres. Buen deportísta, fanático en sus años del windsurf, que nos hacía recorrer cuanta laguna, lago o playa existiera.

Pecó de ser un fanático incondicional de los EE.UU. donde su padre se había especializado en cardiología y él había vivido en sus primeros años. Siempre soñó con volver y lo hizo con un éxito enorme, siendo el mejor interno en Pennsilvania y un destacado cardiologo en Boston.Donde es recordado con cátedras y salas. Se dice que el cancer, que más temprano que tarde, se lo llevó, fue producto de los equípos que manejaba para la investigación y tratamientos.

Hoy su hija mayor estudia medicina y Hernán música, que fue una de sus grandes pasiones.

10:21 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home