Pedro de Valdivia Norte
Pasando por detrás de la escuela de Arquitectura de la Católica llegué a la Garage Wine Company mientras embotellaban la vendimia 2006. Un canadiense, un arquitecto-esquiador-hippie histórico, un enólogo y un ingeniero -mi hermano-; todos con la indumentaria correspondiente, en el patio de una casa de Pedro de Valdivia Norte. Las barricas donde se guardaron estos mostos, por un año, en una pequeñísima bodega más llena de espíritus que de vino.
Entre cervezas, comistrajos y cuentos varios, de los que mejoran con las catas sucesivas, se abrían las cajas con las botellas nuevas, se embotellaba con un dispensador triple, se regulaba el llenado y con una máquina manual para poner los corchos: finalmente se dejaban las botellas listas para la guarda en botella. Claramente en este vino el valor es muy superior al precio. Imposible cobrar por la magia de las historias del Yoyo Tisca, por el empleado más disciplinado y eficiente: el hijo de 10 años de Derek. Trabajo infantil pa'l mundo: el Yoyo suele traer a sus hijos ya que trabajan bien y no se toman el producto, lo que produce altas mermas en el caso del trabajo con mayores.
¿Qué tiene Pedro de Valdivia Norte?
Yo viví ahí 25 años de mi vida. Si mal no recuerdo llegué el año 63.
Ahí corrí por los cerros persiguiendo un trensito que subía el San Cristobal - en la época en que la última comunicación con la ciudad era el puente de El Cerro, frente a una CCU que trabajaba a toda marcha. A principios de los 70 conocí al que sería mi amigo-hermano, compañero de sueños, inquietudes, parrandas y multiples veraneos: Hernán Noguera, que nos dejó hace ya unos años. ¿Te acuerdas Hernán de "One More Cup of Coffe for the Road" de Bob Dylan? Nos pasamos un verano completo escuchandola.
Por el cerro bajabamos en skateboards, bicicletas, patines, cuchepos -con lo que quedaba de los patines-. Ahí estuvieron nuestras primeras amigas y fiestas. Vivimos la Unidad Popular, en bandos diversos y la dictablanda.
Viernes por la noche, John Scofield, en el sexto festival de Jazz de Providencia. Lleno total, parejas en el parque sentadas en el pasto, otros fumandose todo el pasto que podían: y pensar que con lo extraordinario que es Scofield no es necesario ningún sicotrópico para emocionarse. Un parque precioso, con esculturas que resguardan los sueños de los amantes escondidos bajo los álamos que aún subsisten. Las grandes bestias de metal, piedra, el rio, los árboles se conjuran silenciosos complices de su vecino San Cristobal que se traga lentamente un sol anaranjado entre los primeros acordes de Snow, de la Tube Factory de Finlandia; reconozco lo poco atinado del tema para el ambiente!
El festival que en este mundo capitalísta requiere de fondos de la empresa privada para financiar la venida de tan destacados intérpretes, tuvo aportes de la concecionaria del tunel por el San Cristobal. El Piter me había prevenido de la rechifla que se producía cuando el presentador nombraba a la concesionaria, grande fué mi sorpresa cuando la única silbatina que se produjo, en el tan esperado momento, provenía de los tensos labios de mi compañero de asiento: el mismísimo Piter Pol. Reconozco mi disyuntiva en querer desarrollo y modernidad junto con lapreservación de valiosos espacios, Pedro de Valdivia Norte no es la misma, como no lo son muchos barrios en París, Madrid, Londres, Calcuta. Es su lugar el que tiene que definir dentro de esta ciudad y creo que lo está haciendo, se está recuperando, obviamente con una nueva cara, con un nuevo objetivo.
Entre cervezas, comistrajos y cuentos varios, de los que mejoran con las catas sucesivas, se abrían las cajas con las botellas nuevas, se embotellaba con un dispensador triple, se regulaba el llenado y con una máquina manual para poner los corchos: finalmente se dejaban las botellas listas para la guarda en botella. Claramente en este vino el valor es muy superior al precio. Imposible cobrar por la magia de las historias del Yoyo Tisca, por el empleado más disciplinado y eficiente: el hijo de 10 años de Derek. Trabajo infantil pa'l mundo: el Yoyo suele traer a sus hijos ya que trabajan bien y no se toman el producto, lo que produce altas mermas en el caso del trabajo con mayores.
¿Qué tiene Pedro de Valdivia Norte?
Yo viví ahí 25 años de mi vida. Si mal no recuerdo llegué el año 63.
Ahí corrí por los cerros persiguiendo un trensito que subía el San Cristobal - en la época en que la última comunicación con la ciudad era el puente de El Cerro, frente a una CCU que trabajaba a toda marcha. A principios de los 70 conocí al que sería mi amigo-hermano, compañero de sueños, inquietudes, parrandas y multiples veraneos: Hernán Noguera, que nos dejó hace ya unos años. ¿Te acuerdas Hernán de "One More Cup of Coffe for the Road" de Bob Dylan? Nos pasamos un verano completo escuchandola.
Por el cerro bajabamos en skateboards, bicicletas, patines, cuchepos -con lo que quedaba de los patines-. Ahí estuvieron nuestras primeras amigas y fiestas. Vivimos la Unidad Popular, en bandos diversos y la dictablanda.
Viernes por la noche, John Scofield, en el sexto festival de Jazz de Providencia. Lleno total, parejas en el parque sentadas en el pasto, otros fumandose todo el pasto que podían: y pensar que con lo extraordinario que es Scofield no es necesario ningún sicotrópico para emocionarse. Un parque precioso, con esculturas que resguardan los sueños de los amantes escondidos bajo los álamos que aún subsisten. Las grandes bestias de metal, piedra, el rio, los árboles se conjuran silenciosos complices de su vecino San Cristobal que se traga lentamente un sol anaranjado entre los primeros acordes de Snow, de la Tube Factory de Finlandia; reconozco lo poco atinado del tema para el ambiente!
El festival que en este mundo capitalísta requiere de fondos de la empresa privada para financiar la venida de tan destacados intérpretes, tuvo aportes de la concecionaria del tunel por el San Cristobal. El Piter me había prevenido de la rechifla que se producía cuando el presentador nombraba a la concesionaria, grande fué mi sorpresa cuando la única silbatina que se produjo, en el tan esperado momento, provenía de los tensos labios de mi compañero de asiento: el mismísimo Piter Pol. Reconozco mi disyuntiva en querer desarrollo y modernidad junto con lapreservación de valiosos espacios, Pedro de Valdivia Norte no es la misma, como no lo son muchos barrios en París, Madrid, Londres, Calcuta. Es su lugar el que tiene que definir dentro de esta ciudad y creo que lo está haciendo, se está recuperando, obviamente con una nueva cara, con un nuevo objetivo.
posted by Andres Alemany E at 5:12 p. m.
2 Comments:
Está bueno este texto, me recordó que lo que vivimos está más cerca de lo que creemos.
Yo quiero tener unas botellas de este Garage Wine s, ¿Se venden?
Saludos, hay un cambio en este blog, de una vida más "apapachada" (como dicen en MX).
Rosa,
Uno de los socios del Garage, Derek, vende parte de sus partidas, los demás sólo lo toman, y en grandes cantidades. Lo entretenido es participar de la vendimia o de otra de las labores en que participan todos estos amigos de Baco y Dionisio. Feliz te contacto con ellos.
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