miércoles, enero 10, 2007

Lecturas de verano, La Catedral del Mar




Invariablemente parto los años con bastantes lecturas. Pasé por San Martín de los Andes y por Villa la Angostura y si bien los precios son los mismos que en Buenos Aires - casi la mitad de los precios en chile- la variedad es penosa. Tanto Villarica como Pucón tienen mejores librerías.



Aprovisionado de una buena cantidad de libros comienzo con Las Travesuras de la niña Mala, de Vargas Llosa. Uno de los libros entretenidos que le he leído, ameno, bién escrito, con una niña realmente mala y un alter ego de Vargas bastante creíble. Buen libro, lectura rápida y sabrosa. Cada capítulo tiene su propia tensión con lo que mantiene el apetito abierto hasta un final interesante, inteligente, bien armado. Gran personaje "la chilenita".




Pasé a Abril Rojo, de Santiago Roncagliolo, premio Alfaguara 2006. El más joven en recibirlo, compatriota de Vargas Llosa. Pero en su escrito sólo comparte el apellido Mayta en un revolucionario -para los que recuerdan la extraordinaria Historia de Mayta de Vargas Llosa-. El resto es un estilo más comprometido, de un observador del perú de los años '90 post guerrilla revolucionaria. Comprometido con hacerse cargo de una realidad, de investigarla y tomar todas las perspectivas en cuenta. Creo que es mejor de lo que parece, requiere, del lector, involucrarse y revisar las situaciones y posiciones. Santiago es agudo y sin tomar partido nos hace repensar las situaciones por las que ha pasado nuestro continente en los últimos 40 años.



De ahí a un best seller, suelo reuírlos, reconozco mi prejuicio a este tipo de escritos. Muchas páginas, miles de situaciones, amor de telenovela, malos muy malos y buenos que hasta en sus pecados parecen santos. En este caso: La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones, además nos entrega una enorme cantidad de información del siglo XIV, de Pedro III, las juderías de Barcelona, las leyes medievales, la inquisición, como construir catedrales, negociar en el mediterraneo, eludir la prohibición de la usura...

No esta claro el estilo, en que mezcla tanta información, como para un curso de historia, con un novelón rosa, digno de la Danielle Steel. Aún así reconozco que me entretuve hasta la última pagina, lo devoré en dos días y fuí acusado de autísta por mi familia. Es el perfecto libro para vacaciones, vacaciones para las neuronas, todo viene bien digerido y no vale cuestionar la veracidad de los hechos ni de las situciones que se presentan con un cargado maniqueísmo.

La catedral de Santa María del Mar existe en Barcelona, y la foto del principio de este post como las dos últimas corresponden a ella. La figura del cargador es especialmente interesante ya que esta catedral fué construída por el pueblo y no por los nobles como era la costumbre. Los estibadores del puerto cargaban las piedras desde Montjuic hasta la construcción como un aporte a esta obra que fué construída sólo en 54 años.