El mar por mi ventana

Mi estimado amigo, cineasta, fotógrafo, ecologísta y antiguo compañero de viajes, Patricio Schmidt, me recuerda el poema de Walt Whitman al presidente muerto: Oh Captain my Captain!
Pato trabaja en domingo en la cálida Florida, mientras otros descansamos en la playa; sí Pato le apuntáste: frente al mar que tanto amas.

Miro por mi ventana y decido dejar estas vistas inmovilizadas, porque me recuerdan lo que me llena, lo que me emociona.

Por la noche la Andrea y Antonio nos

invitan a tertuliar. Y el mar se enfurece frente a nosotros. Para la Andrea: un mantra, que a veces pacifica, que hay veces que altera.

Llegan la Ximena y Pato. Varios minutos para contabilizar la cantidad de colores que Pato lleva sobre sí. Al paso de las horas entiendo que los colores son nada ante las pinceladas de imaginación e historias que brotan juguetonas de sus manos, su boca, su risa.

¿Porqué el mar nos juega estas pasadas?

Y nuevamente Whitman:

"O to sail to sea in a ship!
To leave this steady unendurable land,
To leave the tiresome sameness of the streets,
the sidewalks and the houses,
To leave you
O you solid motionless land,
and entering a ship,
To sail and sail and sail! "

WALT WHITMAN

Miro nuevamete por la ventana y pienso en el poeta que nos invita a dejar tierra y navegar, navegar, navegar, para así dejar éste suelo rígido y estable.

Nos contagió el mar y nos emborrachamos en tierra. Nos bastó su gruñido y atemorizante mirada, para alejarnos de las casas, veredas, aburrida continuidad de las calles y caer en nuestros cuentos y canciones, historias y sueños.