jueves, noviembre 16, 2006

El Chile que queremos

Vengo de un desayuno-seminario con Horst Paulmann y Sebastián Edwards. El primero un gran optimísta, el segundo un tremendo estudioso.
El primero dice que se necesitan más empresarios optimístas, que vean el lado lleno del vaso. Gente con energía, que mueva las cosas y genere.
El segundo criticó a la clase política chilena que no ha sido capaz de insuflarle energía al país a través de reformas. Dice que ya todos sabemos lo que hay que hacer, es más está en el plan de gobierno de Michelle, pero no se implementa. La ley MKII se está pudriendo en los pasillos del congreso. El Banco Central es tímido y poco activo en estabilizar el dolar: motor de las exportaciones.
Mi tía Rebeca que estaba en primera fila aplaudía de lo lindo. Yo creo que le echó el ojo a Horst, está bién el chiquillo. La tía que ha sido una eficiente productora de uva de mesa, vieja optimísta, que ha cambiado variedades, fué de las primeras en invertir en riego tecnificado, capacita a sus trabajadores, lleva los costos al dedillo (es cosa de haberle preguntado al tío Ramiro, RIP), ha comprado las famosas máquinas de peso fijo para embalar la fruta directo a WalMart (SAMs); pero ya se está aburriendo de perder plata. Dice que va a comenzar a importar televisores chinos (tiene un nieto que está en Shanghai estudiando mandarín y cantonés, que le ha ofrecido traer la marca del papá de una amiga local). Con el análisis de Sebastián le quedó claro que o cambiamos de dirigentes o cambiamos de rubro. Seguro que a la tía Rebeca le va a ir bién, siempre ha tenido espíritu emprendedor. El campo, ... dice que va a construir unas parcelas de agrado para los importadores de bienes suntuarios, que les ha ido tan bién y con quienes se topa en la cámara chileno china de comercio. Creo que Horst le debiera corresponder los coqueteos a mi tía Rebeca; la vieja es un muy buen partido.

3 Comments:

Blogger Patricio Schmidt said...

O CAPTAIN! my Captain, our fearful trip is done,
The ship has weather'd every rack, the prize we sought is won,
The port is near, the bells I hear, the people all exulting,
While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring;
But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
W.Withman
Asi le escribió el poeta mas sublime al presidente asesinado...
Dearest Sailor, un cambio de generación es necesario, debe morir el fruto envejecido para que venga la nueva semilla.
Mientras tanto, a sembrar!
From Miami, working on Sunday while everybody enjoys the beaches.

12:27 p. m.  
Blogger Joe Rotger said...

Andrés,
Se nota que tu tía tiene buen olfato... ya visualiza el Chile de importadores... y exportadores de cobre... una lata, y cuando algún día se acabe el cobre, qué?

1:56 p. m.  
Blogger Andres Alemany E said...

Estimado Joe,
Cuando se acabe el cobre mi tía no tendrá a quién venderle televisores, la gente no tendrá platita para los suntuarios y quizás, quizás y sólo quizás, nuestra comunidad vuelva a lo más escencial y a reconocer los valores trascendentales, aunque el costo pagado por ello sea mayor al de Dorian Gray o Fausto juntos.

3:52 p. m.  

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