Michele y la tía Escolástica
Michele ha sido una persona importante en mi vida, compañía cuando se necesita, apoyo incondicional, conversaciones inteligentes (de acuerdo a mis parámetros y la cantidad de vino que usualmente corre en estas conversaciones). Michele me escribió un comentario en mi post anterior. Como han reconocido muchos que no leen los comentarios ni los escriben, es que he decidido reproducirlo debido a las imputaciones que ahí se me hacen y corresponde aclarar. Antes debo decir que nunca puse un ojo sobre Michele, quizás con unos kilos menos, 10 cm más de estatura y cambio de sexo..., pero sé que el cariño es mutuo. Además es primo de mi señora por el lado de los Tupper Huneeus (se juntaron dos familias, una descendiente del coronel, la otra no sé), pero claramente con acciones, ambas, en el Open Door, lo que ha hecho de que surjan grandes artístas, gente muy divertida, pero no necesariamente cuerda.
Michele que es hijo de un noble Italiano, recuerda aquí a la tía Escolástica Huneeus y a mi tía Berta de quién sugiere un affaire con mi tío Raúl (muy sutilmente), no voy a entrar en discusiones familiares, no me consta lo del affaire, sigo teniendo la misma opinión del tío Raúl, pero creo es interesante rescatar parte de la vida de la tía Escolástica (tía de Michele y de mi señora).
"Hola Andrew,
Quiero darte una buena noticia y otra no tanto:
Hace cuatro días me encontraba en los EEUU y tuve la buena fortuna de toparme ni más ni menos con tu tía Berta! Iba en camino a un evento de adhesión a las fuerzas de “pacificación” en Iraq, organizado (según me contó ella) por un ex "pololo", John Calhoun, político de alto vuelo en alguna época. No me quedó claro si ella iba a protestar o a apoyar, pero sin dudas su energía era desbordante.
Yo no la reconocí al principio, pero estaba con mi tía Escolástica Huneeus, no tan aventurada como tu tía Berta, pero ciertamente con sus primaveras bien ganadas. También ella emigró joven, poco después de terminada la guerra. Como buena mujer de batalla, fue a vivir a Nagasaki con el fin de apoyar a los sufridos japoneses con sus conocimientos de medicina mapuche. Ella sostenía que un mix de rosa mosqueta con la renombrada baba de caracol tenía efectos curativos sobre las lesiones de piel causadas por la radiación, y quiso (como una de las primeras mujeres investigadoras de Chile) dejar su huella entregando un trabajo que sería auspiciado por la (en esa época) prestigiosa Sudoku Aomori University (Aomori Sudoku Daigaku) y financiado por el Tío Macabeo Rodríguez (si, el de las minas de Uranio que tu me comentaras una vez) y un Banco Inglés que hacía negocios con él. Lamentablemente ella se casó con un militar venezolano a quién conoció cuando era agregado cultural en Japón, y que cayó en desgracia después de un intento de golpe fallido para promover un modelo de República Totalitaria Bolivariana. Su caída arrastró a la tía Escolástica con rosa mosqueta y baba de caracol incluidas.
Pero volviendo a lo de tu tía Berta, me dijo que había sabido de tu blog y que no tardaría en hacerte algunos comentarios de valor sobre lo que ella ha dejado como legado, y la mala noticia es que quiere que publiques una aclaración sobre lo del tío Raúl. El abandonó a su hermana Raquel por razones que debieran ser detalladas, dado que lo dejas como un infame. No te enojes conmigo. (don’t shoot the messenger) pero ella tiene su edad y merece que la honres con eso.
Saludos,
Michele"
Michele que es hijo de un noble Italiano, recuerda aquí a la tía Escolástica Huneeus y a mi tía Berta de quién sugiere un affaire con mi tío Raúl (muy sutilmente), no voy a entrar en discusiones familiares, no me consta lo del affaire, sigo teniendo la misma opinión del tío Raúl, pero creo es interesante rescatar parte de la vida de la tía Escolástica (tía de Michele y de mi señora).
"Hola Andrew,
Quiero darte una buena noticia y otra no tanto:
Hace cuatro días me encontraba en los EEUU y tuve la buena fortuna de toparme ni más ni menos con tu tía Berta! Iba en camino a un evento de adhesión a las fuerzas de “pacificación” en Iraq, organizado (según me contó ella) por un ex "pololo", John Calhoun, político de alto vuelo en alguna época. No me quedó claro si ella iba a protestar o a apoyar, pero sin dudas su energía era desbordante.
Yo no la reconocí al principio, pero estaba con mi tía Escolástica Huneeus, no tan aventurada como tu tía Berta, pero ciertamente con sus primaveras bien ganadas. También ella emigró joven, poco después de terminada la guerra. Como buena mujer de batalla, fue a vivir a Nagasaki con el fin de apoyar a los sufridos japoneses con sus conocimientos de medicina mapuche. Ella sostenía que un mix de rosa mosqueta con la renombrada baba de caracol tenía efectos curativos sobre las lesiones de piel causadas por la radiación, y quiso (como una de las primeras mujeres investigadoras de Chile) dejar su huella entregando un trabajo que sería auspiciado por la (en esa época) prestigiosa Sudoku Aomori University (Aomori Sudoku Daigaku) y financiado por el Tío Macabeo Rodríguez (si, el de las minas de Uranio que tu me comentaras una vez) y un Banco Inglés que hacía negocios con él. Lamentablemente ella se casó con un militar venezolano a quién conoció cuando era agregado cultural en Japón, y que cayó en desgracia después de un intento de golpe fallido para promover un modelo de República Totalitaria Bolivariana. Su caída arrastró a la tía Escolástica con rosa mosqueta y baba de caracol incluidas.
Pero volviendo a lo de tu tía Berta, me dijo que había sabido de tu blog y que no tardaría en hacerte algunos comentarios de valor sobre lo que ella ha dejado como legado, y la mala noticia es que quiere que publiques una aclaración sobre lo del tío Raúl. El abandonó a su hermana Raquel por razones que debieran ser detalladas, dado que lo dejas como un infame. No te enojes conmigo. (don’t shoot the messenger) pero ella tiene su edad y merece que la honres con eso.
Saludos,
Michele"