jueves, abril 26, 2007

Bonsái

El fin de semana apareció una crítica a la última novela de Alejandro Zambra, poéta y crítico literario.

Partí a una librería a buscar la novedad. La novedad fué que aún no se encuentra en las librerías.

El vendedor, gran vendedor por cierto, me hizo comprar Bonsái la primera novela de Zambra; que yo no había leído.

Caminé unos pasos a la Tetería, Santa Magdalena entre Providencia y Costanera, pedí un Russian Caravan Smokey (que es el origen de los tés ahumados ya que los rusos llevaban en sacos el té que se ahumaba con las fogatas que éstos hacían para pasar el frío en el extenso camino de regreso), e hinqué el diente al Bonsái.

Tremenda sorpresa! Una novela Bonsái: muy corta -90 páginas-, pero precisa, entretenida y bien escrita.

Habla de un escritor - no escritor- que escribe un libro -que no escribe- y se encierra a ver crecer un Bonsái mientras recuerda a un amor de juventud con quién leía a Proust cada vez antes de amarse.

Las vueltas, los personajes, María la vecina lesbiana -no lesbiana- , Anita la amiga -no amiga-, cada uno presenta y representa muy bien a tipos de personas que vemos cada día en nuestro entorno.

De soledad y literatura. Para gozarlo en el tiempo que el aroma y sabor del té aún permanecen en la tetera humeante.

domingo, abril 22, 2007

Existen los ángeles!

Conversando con la Ximena caí en la cuenta de lo mucho que me falta Hernán. Compañero de juergas, de viajes, de mi vida pasada y futura.

Extrapolo las experiencias, años de sueños, de música, de amigas y amigos en común, de las más polémicas conversaciones; de las que Pedro Gandolfo interpreta como imprescindibles para crear cultura: "el intercambio público de ideas y opiniones se basa en el cultivo de la conversación privada".

Te subes a la trola de la Isabelita
con el mundo en la mano
a sembrar sueños juveniles
de féminas acorraladas
arrancando de su candor infantil

Es tal tu convicción
que destruyes las quimeras
levantando visiones
de tu Itaca lejana

Acampando, navegando, divagando
¡Ya te recordé a Dylan con su taza
de café para el camino!
cuando te bajas a remendar corazones
que cobrarán su peaje en vida

La trola permanece
ahí en tus recuerdos
Aquí en mi presente
Donde tu simiente
pone la música
y retoma tus pasos

Angeles de sueños juveniles: Hernán, Diego, Francisco. Adelantaron su tranco. Marcaron la senda. Viajaron, navegaron a encontrarse con todo aquello que alimenta el vivir. Hernán descubre la vida, Diego desentraña Birmania, Francisco timonel de las barcas. Todos anticipan mis sueños. Todos los hacen realidad.