domingo, abril 23, 2006

A donde nos lleva el precio del cobre?

Si no hacemos algo rápidamente, el precio del cobre nos llevará a la ruina. Sí, a diferencia de lo que muchos creen la riqueza fácil de los recursos naturales no ha hecho nada bueno por la mayoría de los países que han tenido la mala suerte de padecerla. Los ejemplos de Venezuela, Nigeria, Indonesia y tantos otros se contraponen a los de Singapur, Nueva Zelandia, Korea, Suiza, Irlanda, Islandia, Finlandia. El ejemplo de Noruega, que invirtió en el exterior sus excedentes del precio del petroleo, es una de las excepciones valiosas a ser copiadas o al menos analizadas.
Porqué es tan malo tener esta falsa sensación de riqueza fácil?
Los bienes importados, o transables se vuelven de muy fácil acceso, baratos y sustituyen la producción interna. Los bienes exportables y de alta utilización de mano de obra se conveierten en relativamente no competitivos y comienzan a ser dejados de lado. Esto sin mayor espanto por quienes estan gozando del veranito de San Juan. Hasta que un día no tenemos industria, no tenemos el precio del cobre alto y no hemos preparado al pais para ser productivo. En ese momento comienzan las quejas...
Propongo comenzar ahora por:
- dejar excedentes invertidos en el extranjero
- invertir en la gente, en su educación
- abrir los canales de la banda ancha a todo el país
- aceptar el desafío de Negroponte de invertir en los PC a US$100 para todos los colegios del pais.
- incentivar fuertemente la innovación
- crear condiciones para que las empresas que pierden competitividad por el tipo de cambio, sean compensadas por inversiones en puertos, caminos, tecnología, facilidad de trámites, apertura al exterior, imagen país, y tantos otros que les ayuden a seguir siendo competitivos
- reducir la burocracia estatal y llevar los recursos a quienes los necesitan y no a los apitutados de siempre
- creer en las regiones
- creer en la cultura, el arte, las tradiciones

7 Comments:

Blogger Gabriel Bunster said...

Una visión que no había escuchado; me gusta; ojala esta hebra de la conversación de la economía de este país llegue a las altas esferas; en una de esas se atreven a seguir estas sugerencias.

5:48 a. m.  
Blogger Andrea Brandes said...

Andrés
Te encuentro razón! A pesar que yo trabajo en el área que en este momento saca cuentas alegres...
Lo que estamos viviendo en Chile es el "Mal Holandés" (dutch desease). Los holandeses se la jugaron por un modelo exportador, todo iba viento en popa, hasta que encontraron grandes reservas de hidrocarburos, con las mismas consecuencias que en Chile: el dolar se les fué a las pailas, haciendo peligrar, de una plumada, la viabilidad de un sector productivo cuya rentabilidad se había ido construyendo con esfuerzo a lo largo de los años. Fuera de eso, la amenaza del desempleo (tema que los holandeses han manejado mucho mejor que el resto de Europa) los hizo darse cuenta que la plata fácil termina siendo la ruina. Igual que los noruegos, no ingresaron las platas a Holanda, invirtieron afuera, avalando las políticas de desarrollo pensadas a largo plazo. Justamente por eso hablamos de "políticas de desarrollo", porque conllevan la voluntad de navegar con los cambios, en pro de un resultado final.
Las medidas que mencionas son acertadas, porque apuntan a un cambio de fondo. Sin embargo, (y aúnque comprendo que el Banco Central no intervenga la divisa), creo que la autoridad económica va a tener que tirarle un salvavidas al sector exportador. Los analistas de Godman and Sacks preveen un alza sostenida de los metales, al menos por los próximos dos años. En el tema del oro, por la inflación que se viene, en el tema del cobre, porque los chinos van a acelerar a fondo hasta las próximas olimpiadas.
Mi pregunta: ¿quién nos dice que después de esto, los mismos chinos no presionen el precio del cobre a la baja?, finalmente ellos tienen el sartén por el mango.
Si no preveemos (no sólo en términos financieros), podemos terminar con un sector exportador de rodillas y con un precio del cobre bajo, el peor de los escenarios.

1:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pienso además en la posibilidad de desarrollar una industria de sw desentralizada usando las buenas experiencias de centros de Internet en lugares populares como Peñalolén u otros. Hay casos a imitar.

Creo que el Estado es como un gigante egoista ensimismado.

ernesto Evans

8:08 p. m.  
Blogger Unknown said...

Creo que acá nos encontramos con la tipica ceguera de la visión de corto plazo y de los resultados inmediatos.

¿como creamos una presión para que levantemos la vista y veamos el peligro de la ilusión que somos ricos?

adelante con esto

9:32 a. m.  
Blogger Andres Alemany E said...

El precio del cobre sigue subiendo y así nos volvemos más pobres, más dependientes, menos capaces. Se apaga la luz de la imaginación y buscamos como papá estado nos dará del maná divino. Una pequeña inyección de placer; televisores baratos, pantallas de plasma que nos permitan ver desde distintos ángulos las dotes de modelos importadas, zapatillas de marca fabricadas en vietnam - así ayudamos al desarrollo de pobres países que fueron devastados por la guerra fría, y cada vez más fríos vemos lo que pasa a nuestros desajustados vecinos. Para que esforzarnos en desarrollar biotecnología, conocimiento, software, diseño, literatura; para eso existen otros paises a quienes podemos comprarles con el producto de nuestro esfuerzo en sacar el cobre. Dentro de poco con nuestro gran desarrollo contrataremos a quienes puedan sacarlo por nosotros: si somos tan inteligentes que ya hemos dejado que otros lo trabajen -hagan cables, aleaciones, lo utilicen en robótica, automóviles, generadores y otras cosas de las que no tenemos que preocuparnos.

9:05 p. m.  
Blogger Martin Boragk said...

Estoy muy de acuerdo con los puntos que señalas en tu blog. El primero de ellos, invertir los excedentes afuera y no ingresarlos al país mientras el precio del cobre esté fuera de lo normal, es uno de los más fáciles de implementar, pero creo que en la práctica será lo más difícil. ¿Por qué? Para algunos grupos políticos será demasiada la tentación de usufructuar de la bonanza. Ojalá me equivoque.

12:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si entiendo bien, el problema no la riqueza per se, si no mas bien su administración. Desde este punto de vista, como podemos garantizar que las medidas propuestas sean bien administradas?

7:47 p. m.  

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