La Belleza de Pensar
La decisión que canal 13 tomo con respecto a La Belleza de pensar, nos lleva a un a pérdida cultural, de desarrollo y equidad insustituíble. 
Pueden venir nuevos programas. Puede Warnken crear un nuevo espacio. Canal 13 incluso puede, como lo ha declarado, repetir programas. Pero así como no podemos beber la misma agua de un arroyo, cualquier sustituto será sólo eso: un sustituto.
En un país necesitado de espacios culturales donde la población nos podamos instruir, deleitar, abrir nuevos mundos, prepararnos para la ser partícipes de la era conceptual; no es entendible una decisión como la que se tomó.
Es en las ideas, en la creatividad, en la innovación donde juegan hoy los países avanzados. Y muchos de estos avanzaron no a costa de recursos naturales, sino que de invertir en la gente. Através de creer en los habitantes y nuevas generaciones, los instruyeron, les dieron espacios para crear, les permitieron soñar.
Echaremos de menos a Vattimo explicandonos en palabras sencillas grandes conceptos filosóficos y espirituales, a Jodorowski con sus marionetas, a Adams con sus bigotes, sus coloridas corbatas y una alegría de vivir que transmite con mucha humanidad a los niños enfermos, a Carla Cordua que parece una abuelita dedicada a tejer y es una señora dedicada a tejer las ideas y conceptos con una dulzura única, a Saramago en su incomprensible portuñol, pero comprensibles historias, historias que traen la filosofía y la poesía a nustras manos. Son muchos, Warnken los entrevistó con maestría, con respeto, con pasión, con conocimiento y eso permitió que el programa fuera entretenido, facinante, al alcance de muchos.
Me parece que fué Anguita de quién Warnken sacó el título. Basta con él para entender tan tremenda pérdida.
Pueden venir nuevos programas. Puede Warnken crear un nuevo espacio. Canal 13 incluso puede, como lo ha declarado, repetir programas. Pero así como no podemos beber la misma agua de un arroyo, cualquier sustituto será sólo eso: un sustituto.
En un país necesitado de espacios culturales donde la población nos podamos instruir, deleitar, abrir nuevos mundos, prepararnos para la ser partícipes de la era conceptual; no es entendible una decisión como la que se tomó.
Es en las ideas, en la creatividad, en la innovación donde juegan hoy los países avanzados. Y muchos de estos avanzaron no a costa de recursos naturales, sino que de invertir en la gente. Através de creer en los habitantes y nuevas generaciones, los instruyeron, les dieron espacios para crear, les permitieron soñar.
Echaremos de menos a Vattimo explicandonos en palabras sencillas grandes conceptos filosóficos y espirituales, a Jodorowski con sus marionetas, a Adams con sus bigotes, sus coloridas corbatas y una alegría de vivir que transmite con mucha humanidad a los niños enfermos, a Carla Cordua que parece una abuelita dedicada a tejer y es una señora dedicada a tejer las ideas y conceptos con una dulzura única, a Saramago en su incomprensible portuñol, pero comprensibles historias, historias que traen la filosofía y la poesía a nustras manos. Son muchos, Warnken los entrevistó con maestría, con respeto, con pasión, con conocimiento y eso permitió que el programa fuera entretenido, facinante, al alcance de muchos.
Me parece que fué Anguita de quién Warnken sacó el título. Basta con él para entender tan tremenda pérdida.
posted by Andres Alemany E at 12:41 a. m.
16 Comments:
Lo que está completamente mal en la transferencia que Cristían Warnken habría hecho al ceder los derechos de su programa a una corporación decadente como Canal 13, es que el mismo Warnken no tiene "derecho" a renunciar a su legítima propiedad intelectual y a la paternidad de su propia obra. Un contrato que exige a su creador entregar la totalidad de la idea, la explotación y la paternidad sobre su propia creación es, en Chile, inconstitucional. Creo que el caso es perfectamente analizable desde un punto de vista jurídico, y tal vez no todo este perdido. Pues, ¿cómo va a ser válido un contrato que priva a Picasso de las "Señoritas de Avignon", a Velazquez de "Las Meninas" y a Bernhard Schlink de "El lector"? ¿Cómo puede alguien pretenderse dueño de la obra de otro y desvincularlo al mismo tiempo de ella? Hay algo profundamente inválido e ilegítimo en ese contrato.
Alberto,
Aquí se está hablando de retribuciones al autor. La obra es propiedad de todos los espectadores.
Lo triste es ver la confrontación de estilos, que funciona como metáfora de nuestros tiempo.
Warnken, con su forma respetuosa, fina, acogedora, sensible.. y por otro, el canal 13 con la voracidad del desalmado.
Triste lo que pasó, un triste espectáculo el que está brindando el 13.
Ojalá que se pueda dar la pelea en el plano legal, como sugiere Alberto Montealegre. En el plano moral, la lectura está clara!
Andrea lo pone en fácil y poéticamente. Alberto tiene razón enla autoridad sobre la obra. Mi pregunta es ¿cómo generamos más y nuevos espacios que permitan ampliar las posibilidades de cultura?
¿debemos salvar a la Radio Beethoven, el periódico Noreste, el programa de libros de Elordi, en ARTV, la columna de Mena en El Mercurio?
¿cómo competimos con el Kike, los reality, los Rojo, ...?
Podemos crear una alternativa de entretención con sentido y cultura.
Andrés,
Tu pregunta viene con respuesta.Tu blog contribuye a lo que estás buscando. Lo relevante es la obra y no el soporte ¿porqué la TV? Yo creo que no hay nada que salvar y nada con que competir, hay que agregar espacios.
Te felicito,
La pena de todo esto es que los programas de calidad, como el de Warnken, ya no tienen auspiciadores. Cuando yo era chico la TV estaba enmarcada para un nivel cultural de medio a elevado, y hasta había una bastante buena Franja Cultural. Recordemos lo bueno que era Teleduc. Y tantas cosas más. Ahora, el nivel del televidente ha descendido de forma tal que el promedio está conformado por el estrato más primitivo y aculturizado de la población. Mientras la gente educada puede ver el History Channel, el lumpen exige "Pan y Circo". Y esto es lo que la TV actual da, y para lo que optiene auspiciadores. Porque 8 millones de entes aculturizados, tanto en la política como en la cultura, nos dominan.
Juan Alberto Díaz Wiechers
Juan Alberto,
uno de los problemas es que hoy el Lúmpen esta compuesto por muchos de cuello y corbata, por niños de colegios pagos y bilingues que prefieren evadirse que comprometerse, por la high society de las teleseries y los programas de TV abierta. El más peligroso lúmpen es el Lúmpen Cultural, clase en fuerte crecimiento en nuestra sociedad y que los estudios de Adimark aún no han podido categorizar.
Andrés no puedo estar mas de acuerdo con el o los usuarios anónimos y con tu eterna búsqueda, pero pienso que el camino no es la tv abierta sino espacios como este donde por alguna razón se comienzan a encontrar pensamientos afines. Nada es porque si ¿cierto?
fmg
Me parece que el término lúmpen no es completamente adecuado para describir lo que pasa con la televisión. Por lo menos no describe necesariamente al público consumidor, y en cambio sí se parece más a la mentalidad facilista de los que idean la programación que se pasa a los horarios de mayor sintonía. ¡Qué otra cosa podemos mirar si no es lo que se da? La gente consume lo que hay, y lo que no hay no se consume... porque no hay.
Durante un tiempo el programa La Belleza de pensar se daba en el cable a la hora del noticiario. Cuando la cosa empezaba a podrirse en forma simultánea en todos los canales, con las misma noticia morbosa o los mismos goles o la misma entrevista al jugador transpirado sonándose con la camiseta, mucha gente huía al programa de Warnken. Y los ideologos de la sintonía ¿creerían que seguíamos pegados en el noticiero?
No me parece acertada la descalificación gratuita, más bien resulta propio de los opinólogos de la TV abierta. Lo que sí me parece interesante es que Andrés profundice en la dualidad "compromiso versus evasión".
Creo que es divertido generar el término "Lumpen cultural", obviamente es una simplificación y generalización que admite miles de excepciones.
En relación al compromiso y evasión; compromiso es mantener un espacio como este para conversar, intercambiar, discutir ideas y generar un interés por un desarrollo cultural de la comunidad en que vivimos en el entendido que eso genera mejor calidad de vida, mejores oportunidades como país y mayor equidad en el tiempo. Evasión es cerrar este blog empelotado y prender el canal con el Kike para sentir un placer momentaneo con chistes básicos y pechugas a la vista que no dejan nada a la imaginación.
No descarto que se cierre este blog empelotado y se vuelva a abrir la página 978 de Ulises de Joyce para sentir un placer que permanecerá en el tiempo y abrirá nuevos mundos al sujeto en cuestión.
TOUCHE....
Llego tarde...,pero pienso igual que AM, soy más drástica todavía. Eso de Lúmpen, me sabe mal. Porque quién no es un poco lúmpen en algún ámbito de su vida? Si no fuéramos un poco lúmpen en algo, no existirían las puertas cerradas, los patios traseros, las elípsis que hacemos conscientemente cuando le contamos por primera vez nuestra historia a alguien,... cuando redactamos nuestro currículum vitae, nos saltamos tantos "deshechos". Además ser un poco lúmpen nos salva de situarnos o creer que estamos en el cielo, que es tan fome. El cielo cultural, también es fome.
Propongo que se busque otro término para las mentes vacias, para la gente que privilegia ir a ver una película para no pensar, sólo entretenerse, o aquellos que buscan demasiadas veces a la semana la Vida Social , si hay un pariente, si uno está retratado, a esos que leen pero no reflexionan ni intentan un cambio luego de leer la columna de mena, a otros que...
estoy buscando ese perfil, qué nombre ponerle.
Rosa,
recuerdo una hermosa novela de Diamela Eltit llamada Lumpérica, trataba de una mujer que deambulaba de noche por la plaza de armas de Santiago. Lumpérica era lo más básico de la sociedad, al extremo que ni siquiera hablaba, mugía. Es claro que el término se utilizó para quién nada tiene, ni cultura, ni lenguaje. A principios del siglo XX los marxistas alemanes acuñaron el término Lumpenproletariat, del cual han derivado los Lumpen - como términos o expresiones- en distintos idiomas. Ellos se referían de ese modo a la clase más baja, la despreciaban porque no tenían compromiso, la describían como llena de vagos y criminales. Existe un blog llamado el anti lumpen, que trata de este modo a los estudiantes universitarios que vegetan o que su único interés es la nota. Juan Ramón Jimenez, profesor mexicano escribió un paper llamado El Lumpen Intelectual.
Así, el término, en un comienzo utilizado por Juan Alberto, me parece adecuado.
No me cierro sin embargo a encontrar un término que mejor describa a quienes no estan interesados, al menos de vez en cuando, a elevar el nivel de nuestra cultura.
Aunque creo que se puede dar una vuelta al lúmpen, y buscar otras miradas, le concedo la razón a Andrés. Pero...uf, qué fuerte el ejemplo de la hija de la empleada.
Andres me parece muy acertado tu concepto del lumpen cultural
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