Terminó semana santa
Terminó semana santa y la terminé con la película chilena "La Sagrada Familia". Muy sordida, buenas actuaciones, muy buenas, cansa la cámara que se mueve demasiado para mi gusto y el enfoque que se utiliza -quizás por dar un sentido más de documental- es agotador. No es una película entretenida, es más bien del tipo intelectual, donde las distintas lecturas hacen el trabajo para el placer. Mantiene muy bien la tensión y sabe ser sutil, sobre todo en el final. Heavy la película.
Terminó la semana santa, que en realidad son tres días en los que yo me arranqué, con mucha suerte, a la playa. Descancé mucho, el sol y el buen tiempo me acogieron, compartí con mi señora y mis hijos, me mantuve lejos de la sociedad, excepto el sábado por la noche que se nos ocurrió ir a misa a Cachagua con todos los niños (invitados inlcuídos); aún siento el frío en los huesos, la mandíbula cansada de tanto sonreir a todos los que saludan dentro y fuera de la parroquia, camino a la comunión y cuando el saludo de paz despierta a los concurrentes.
Terminó la semana santa y vuelvo con mil cosas pendientes a la oficina. No me funcionó la tecnología, ni el computador con la antenita de movistar, ni el pocket PC de Entel; es primera vez que no funciona ninguno. Estoy por creer que es designio divino. Pero siento que me retrasé en varios días.
Aproveché de leer. Los tres libros altamente recomendables. El Hombre Anumérico de John Allen Paulos, matemático norteamricano que nos explica, en un excelente ensayo, los errores que cometemos por causa del anumerismo o falta de conocimiento de las matemáticas básicas. Pigmalión, libro de cuentos de Manuel Vasquez Montalban, tiene la pluma de un Borges, las descripciones y detalles son facinantes, cuentos y relatos de gran factura, inteligentes y bien escritos. Por último, si bien no lo terminé y quedó en la playa para otro gran fin de semana: "In the Heart of the Sea: The Tragedy of the Whaleship Essex" de Nathaniel Philbrick, la historia del velero Essex, en el que se basó Melville para su Moby Dick. La Essex partió de Nantucket en 1819 para cazar ballenas de aceite en el pacífico, naufragó y los sobrevivientes navegarón más de 4000 millas desde las Galápagos hasta Talcahuano, Chile, a diferencia de Moby Dick, la hazaña en este relato comienza cuando se hunde el barco y para sobrevivir deben alimentarse de los compañeros que van muriendo. Se parece a la tragedia de los andes de los rugbistas uruguayos, el libro es histórico y cala hondo al adentrarse en las relaciones humanas en una situación tan extrema.
Terminó la semana santa y mañana tengo un día de locos en la oficina, para partir a última hora a EE.UU. camino de Guatemala. A propósito, agradezco los datos e informaciones sobre Antigua que he recibido. Lo que me queda claro es que aún muchos no se atreven con el blog.
Espero mantener la página al día con mi viaje y sus lecturas.
Terminó la semana santa, que en realidad son tres días en los que yo me arranqué, con mucha suerte, a la playa. Descancé mucho, el sol y el buen tiempo me acogieron, compartí con mi señora y mis hijos, me mantuve lejos de la sociedad, excepto el sábado por la noche que se nos ocurrió ir a misa a Cachagua con todos los niños (invitados inlcuídos); aún siento el frío en los huesos, la mandíbula cansada de tanto sonreir a todos los que saludan dentro y fuera de la parroquia, camino a la comunión y cuando el saludo de paz despierta a los concurrentes.
Terminó la semana santa y vuelvo con mil cosas pendientes a la oficina. No me funcionó la tecnología, ni el computador con la antenita de movistar, ni el pocket PC de Entel; es primera vez que no funciona ninguno. Estoy por creer que es designio divino. Pero siento que me retrasé en varios días.
Aproveché de leer. Los tres libros altamente recomendables. El Hombre Anumérico de John Allen Paulos, matemático norteamricano que nos explica, en un excelente ensayo, los errores que cometemos por causa del anumerismo o falta de conocimiento de las matemáticas básicas. Pigmalión, libro de cuentos de Manuel Vasquez Montalban, tiene la pluma de un Borges, las descripciones y detalles son facinantes, cuentos y relatos de gran factura, inteligentes y bien escritos. Por último, si bien no lo terminé y quedó en la playa para otro gran fin de semana: "In the Heart of the Sea: The Tragedy of the Whaleship Essex" de Nathaniel Philbrick, la historia del velero Essex, en el que se basó Melville para su Moby Dick. La Essex partió de Nantucket en 1819 para cazar ballenas de aceite en el pacífico, naufragó y los sobrevivientes navegarón más de 4000 millas desde las Galápagos hasta Talcahuano, Chile, a diferencia de Moby Dick, la hazaña en este relato comienza cuando se hunde el barco y para sobrevivir deben alimentarse de los compañeros que van muriendo. Se parece a la tragedia de los andes de los rugbistas uruguayos, el libro es histórico y cala hondo al adentrarse en las relaciones humanas en una situación tan extrema.
Terminó la semana santa y mañana tengo un día de locos en la oficina, para partir a última hora a EE.UU. camino de Guatemala. A propósito, agradezco los datos e informaciones sobre Antigua que he recibido. Lo que me queda claro es que aún muchos no se atreven con el blog.
Espero mantener la página al día con mi viaje y sus lecturas.
2 Comments:
Te saludo Andrés desde esta temprana mañana del día lunes que se te viene tan atareada para terminar partiendo en la tarde a EEUU. Veo que el clima fue en la costa tan bueno, tibio y luminoso, como en la cordillera ayer domingo subiendo el Alto del Naranjo; salvo en esa misa helada de la que aun recuperas el frio de los huesos. Me sorprendo con tu pasión por la lectura y recuerdo mis días de juventud en que yo también era gran lector. Bueno, espero al menos hablarte durante el día de hoy y te deseo buen viaje si no lo logro.
Andrés
Mientras estás lejos, un saludo desde Santiago.
Gracias por los datos de libros. Yo también leí bastante, pero muy "salpicado", principalmente poesía.
Gracias también por los comentarios en mi blog!
Que tengas un buen viaje!
Un abrazo
Andrea
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